¿Eres tú el alma de José María?

El novelista, poeta y periodista José María Requena nació en Carmona, el 18 de abril de 1925, y falleció en Sevilla, el 13 de julio de 1998, cuanto tenía 73 años de edad. Cumplido, hace ya dos meses, el centenario de su nacimiento, y ante la ocasión que brinda el año que transcurre desde entonces, importa decir –dada no solo la desmemoria, sino el peor efecto del olvido– que Requena debe figurar, aunque así no sea reconocido, en el elenco de los mejores novelistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Su obra literaria, principalmente en el caso de la novela, se inicia en la madurez del autor, pues El Cuajarón, su primera novela, aparece en 1972, tras obtener Requena el Premio Nadal, en 1971, cuando había cumplido los 46 años. Premiadas fueron también otras tres de sus novelas: Pesebres de caoba, en 1981, con el Premio Villa de Bilbao, que se editó en 1982; Las naranjas de la capital son agrias, en 1983, con el Premio Luis Berenguer, publicada en 1990; y Agua del Sur, en 1985, con el Ciudad de Granada, editada en 1988. Y escribió, además, estas otras tres novelas: Los ojos del caballo, con publicación en 1991; Etapa fin de sueño, en 1993; y la inédita La foto rubia, si bien incluida, en 2002, en el tercer volumen de Obra completa de José María Requena, publicada por el Ayuntamiento de la ciudad carmonense. Antes de esta obra narrativa, José María Requena se había iniciado en la poética y, en 1955, con 30 años, fue finalista del Premio Adonais. Relatos, ensayos e incluso una obra teatral, Se apagaron las arañas, completan la obra literaria del escritor. Su dedicación profesional al periodismo se inicia tras concluir los estudios de Derecho y realizar los de la Escuela de Periodismo de Madrid. Acabados estos, ingresó como redactor en La Gaceta del Norte, donde había estado de prácticas. Tras casi una década, regresa a Sevilla, en 1964, como subdirector de El Correo de Andalucía, periódico que dirigió desde 1975 hasta principios de 1978. A partir de entonces, Requena se dedicó por completo a su obra literaria y colaboró con artículos en ABC de Sevilla, por uno de los cuales, De la Sevilla inexacta, publicado el 26 de noviembre de 1992, obtuvo el Premio Ciudad de Sevilla de Periodismo. Esta valiosa obra literaria, sin embargo, es prácticamente desconocida. Requena, además, no gustaba de adscripciones, como esa de los “narraluces”, ni secundaba directrices temáticas o de otro tipo, como la referida a su participación en el jurado del Premio Ateneo de Sevilla, de 1974. Conversar con él resultaba una experiencia fascinante, como tuve la fortuna de hacer en mis inicios periodísticos y literarios. Y conservo, con honda complacencia, las páginas de opinión en que coincidieron sus artículos y los del arriba firmante, junto a las viñetas de Mingote. Poco antes de morir, José María compuso estos versos premonitorios: “Voy a echar mi alma/ a rodar por una ladera,/ a ver si alguien la detiene y la besa:/ ¿Eres tú el alma de José María?”.